El 2019, conocimos la historia de Drako Motors, una start-up californiana liderada por Dean Drako y Shiv Sikand, apoyada por el estudio italiano de diseño GranStudio de Lowie Vermeersch. Su primer modelo fue el Drako GTE, basado en el Fisker Karma (o Karma Revero), pero con cuatro motores eléctricos independientes para un total de 1.200 Hp y 8.800 Nm (si, 8.800 Nm) de torque. Con un precio de $1.25 millones de dólares, rápidamente llamo la atención de todos.

Pero para este Salón de Los Ángeles, han preparado algo más ambicioso y por suerte, también más accesible, al menos si 290 mil dólares te parecen así. Se trata del Drako Dragon, un increíble hiper-SUV, destinado a hacer que olvides al SUV de Ferrari, los records de Porsche o los lujos de Rolls-Royce. De hecho, es como si Koenigsegg hubiese transformado al Gemera en un SUV.

Drako Dragon – dimensiones y diseño

• Largo: 5.055 mm
• Ancho: 2.057 mm
• Alto: 1.600 mm
• Peso: 2.254 kg.

El Dragon es más un deportivo que un SUV. Si lo viéramos “a piso” no tiene absolutamente nada que nos diga que es utilitario, al menos hasta que llegamos a la zaga, donde el maletero, formado en un remate estilo “coda tronca”, si nos insinúa algún tipo de capacidad de carga. Incluso, el frontal cuenta con una toma de aire y un deflector que canaliza el aire por encima de la trompa, como en el Jaguar I-Pace, ventajas que existen cuando no llevas un motor en el frente.

También destacan sus barras en el techo, incluidas de manera discreta en el diseño y dos canales formados por estructuras arbotantes en los costados, como si se tratara de un verdadero deportivo. Incluso, las enormes llantas de 23″ ayudan a que este auto se vea imponente en donde sea.

Drako fabricó al Dragon en una estructura de fibra de carbono, lo que le permite al modelo pesar 255 kilos menos que un Tesla Model S en su especificación más alta, con una rigidez superior a la de cualquier SUV deportivo.

Drako Dragon – interior

Dos enormes puertas de apertura tipo “alas de gaviota” permiten entrar cómodamente a un habitáculo pensado para cinco ocupantes. Como no hay pilar B, los cinturones de seguridad de los asientos delanteros van montados en los mismos, fabricados en fibra de carbono y cuero.

El diseño interior es moderno y minimalista, con una amplia predominancia de pantallas. De hecho, al frente hay una gigantesca pantalla central de 17,1″, pero también hay pantallas para las cámaras que hacen de retrovisor (como en el Audi e-tron), pantalla en el lugar del espejo retrovisor central, otra pantalla más para el cuadro de instrumentos y dos pantallas extra en los respaldos de los asientos, para los ocupantes de atrás. Todo esto, es administrado por el sistema operativo Drako DriveOS, el cual funciona en conjunto con una ECU multinúcleo, como si fuese el procesador de un teléfono.

El volante parece el de un auto superdeportivo y cuenta con comandos integrados para todas las funciones principales del Dragon.

Drako Dragon – tren motriz y chasis

Como se trata de un auto prototipo, que está en vísperas de entrar a producción, los datos no son muy abundantes. Sabemos que el Dragon cuenta con cuatro motores individuales que en la suma dan 2.000 Hp de potencia y una aceleración de 0 a 60 millas en 1,9 segundos, para lograr una velocidad final superior a los 320 km/h. Las baterías van montadas bajo el chasis y le permiten alcanzar una autonomía relativa cercana a los 670 kilómetros con una sola carga. Aunque el auto soporta alimentación de hasta 500 kW, Drako no ha señalado las especificaciones de la batería y menos de los tiempos de carga.

Lo que sí sabemos es que cuenta con suspensión neumática regulable en tres fases. El modo Tarmac deja el despeje en 163 mm, el modo Cruise en 213 mm y el modo Overland en 315 mm.

Los frenos son de compuesto carbono cerámico y los cálipers muerden los discos frontales de 420 mm con 10 pistones, mientras que atrás son discos de 410 mm y cálipers de seis pistones.

Si lo quieres, puedes reservar uno de los 99 modelos de primera edición por cinco mil dólares. Si todo sale bien, las entregas deberían comenzar para el 2026.