En un contexto donde absolutamente todas las marcas están invirtiendo millones y millones de dólares en movilidad eléctrica, General Motors anunció que gastará una fortuna, literalmente USD 854 millones, en el desarrollo de la sexta generación de su V8 “small block” y USD 64 millones en motores eléctricos.

El V8 de quinta generación se usa actualmente en muchos vehículos del grupo, desde camionetas y SUV, hasta en el Corvette C8 de motor central. La confirmación de que habrá una sexta generación para el V8 indica que GM espera seguir vendiendo muchos vehículos a gasolina en los próximos años.

La inversión total llega casi al billón de dólares, por lo que General Motors detalló cómo utilizará este nuevo presupuesto:

Operaciones de motores Flint en Michigan

Aquí GM invertirá USD 579 millones preparando la planta para ensamblar la familia de nuevos motores V8 de sexta generación junto con el mecanizado relacionado al bloque, el cigüeñal y la cabeza. Aquí, el trabajo en la instalación comenzará de inmediato.

Por otro lado, en Flint se continuará fabricando el turbodiésel de tres litros utilizado en varios utilitarios del grupo durante las renovaciones de las instalaciones.

Bay City GPS en Michigan

En esta planta, GM invertirá 216 millones de dólares para construir árboles de levas, bielas y mecanizado de bloques/cabezas que respalden la producción futura del V8 en Flint Engine Operations.

Defiance en Ohio

En las instalaciones de Defiance, GM invertirá USD 55 millones. Se invertirán USD 47 millones para preparar la instalación para construir una variedad de bloques de fundición para respaldar futuros programas de motores V8 y además, la inversión incluye 8 millones de dólares para construir una célula de desarrollo de piezas fundidas para respaldar futuras estrategias de vehículos eléctricos.

Rochester en Nueva York

Aquí GM invertirá un total de 68 millones de dólares. Se invertirán 12 millones para preparar la instalación para construir colectores de admisión y rieles de combustible para la futura producción de V8 en Flint Engine Operations y además, la inversión incluye 56 millones para la producción de líneas de enfriamiento de paquetes de baterías para la producción de vehículos eléctricos.

Todo este paquete de inversiones nos indica que más allá de los mandatos de inmediatez que parecen regir el mercado, para marcas gigantescas como General Motors, la transición a la movilidad eléctrica es un objetivo a largo plazo, por lo que no se descuida el desarrollo de nuevos motores de combustión en el “mientras tanto”.